lunes, 16 de diciembre de 2019

SEGUNDA ÉPOCA (31). Amanecer en la Plaza de la Signoria de Florencia


Hacia las 12:30 del martes 26 de noviembre de 2019, mis compañeras deciden acudir al mercadillo de San Lorenzo. Mis conocidas renuencias a acudir a estos lugares, me liberan del programa oficial del viaje, y me dirijo a la anexa Piazza della Signoria. Me busco un resquicio  al sol, y me planto delante del palazzo Vechio: Perseo, David y la fuente de Neptuno. En el centro de  esta  plaza quemaron en la hoguera al dominico Savonarola, el 23 de mayo de 1498.

En el convento de San Marcos  se conserva la celda  de este dominico, que en la placa de madera de la entrada a la misma se dice que fue un vir apostholicus.

Diecinueve años después Lutero, el 31 de  octubre de 1517, publica sus tesis, dando paso a la Reforma Protestante.

Las prédicas de Savonarola y Lutero, y de otros mucho más que no han pasado a la primera página de la Historia, revientan la unidad religiosa en los reinos de Europa. Reforma y Contrarreforma.

Doy una vuelta a todo el perímetro de  la plaza. Voy repasando estos hecho y sus consecuencias. Según me han contado siempre, Carlos V Emperador del Sacro Imperio Germánico, lanza a sus tropas en defensa de la unidad de la cristiandad, defendiendo las posiciones del Papado. Vale.

Pero salta en mi memoria la revuelta que Lutero lanzó a los campesinos contra los príncipes germánicos; tras comprobar que iban a ser derrotados, Lutero cambia de bando, y se suma al poder de los príncipes.

Revuelvo en mi cabeza este esquema. La Reforma  religiosa se convierte en una guerra de los campesinos contra los príncipes, y de éstos contra su Emperador. Total, además de las reformas y contra reformas religiosas, se produce una revolución en el seno del poder político.

Por qué Carlos V del Imperio Germánico se lanza a defender al Papado y a la Cristiandad, según la versión que he oído siempre. Porque no lo hace por motivos religiosos, sino para conservar las posesiones de los Habsburgo. El emperador Carlos V es, además, heredero de las posesiones de sus abuelos en Hispania, en Italia, Borgoña, y en los reinos descubiertos en América. Porque Carlos V hereda unos reinos que son de la familia Habsburgo-Austria, y hay que defenderlos. No hereda el reino de España; hereda los reinos de su abuela y de su abuelo maternos,y el Imperio Germánico y Borgoña de sus abuelos paternos.

No hay imperio de España, sino de la casa Habsburgo- Austria. Dicho sea de paso, la nación, tal como entendemos hoy este término,  española nace con la constitución de Cádiz de 1812.


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